J.G.H. 25-8-8. Mientras el operario del cementerio acababa su trabajo y terminaba de rotular sus iniciales y la fecha de su muerte, recordé lo que un amigo le explicaba a su hijo de corta edad sobre la verdadera amistad. “La familia no se puede elegir, hijo mío, pero a los amigos sí. No te confundas, puedes tener muchos conocidos, pero amigos de verdad poquísimos”, de forma que el criterio óptimo para elegir a los amigos lo resumía en una sola frase. “Lo mejor de cada casa. Los amigos deben ser siempre lo mejor de cada casa. No importa que casa. No importa lo que tengan o no tengan. No importan los apellidos, el barrio, la educación, el origen, el sexo o la raza. Pero procura que sean siempre los mejores de cada casa”.
Pepe era el mejor de nuestra casa. Una buena persona y un buen socialista. Infatigable. Mantener viva la agrupación socialista de Almodóvar ha sido desde hace tiempo una de sus inestimables tareas. Mantenerla con vida. Arropar a sus integrantes, colaborar en su dirección, transmitir sus inquietudes, recoger las expectativas de su entorno. Acogernos a todos. Vivirla.
Luchar y trabajar, digno siempre, ya sea en la derrota o en la victoria, en los éxitos y en los fracasos, poniendo todo lo mejor de si mismo en eliminar las desigualdades sociales, y en la consecución de una sociedad libre y justa.
Era Socialista y parecía Socialista. Ha vivido y se ha comportado como tal. Es lo que lo ha convertido en un ejemplo para todos los que lo hemos conocido. Un referente moral.
Algunas utopías merecen ser soñadas; aunque no se alcancen, nos marcarán el rumbo por el que hay que avanzar. Compartir la senda con Pepe siempre alivió el trayecto.
No puedo saber a priori todo lo que podré transmitir a mis hijos. Lo que si sé, con toda seguridad es que les hablaré de los amigos y de los mejores de cada casa. Y que yo tuve una suerte infinita cuando conocí, conviví y compartí amistad con el mejor de todos ellos. José Gallego Hernández siempre en nuestra memoria.
Fdo: Antonino Sanz Matencio
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